¡Amantes de las burbujas! Si estás aquí, seguro que ya has escuchado hablar de la kombucha, esa bebida mágica que está revolucionando el mundo de los fermentados. Además de ser deliciosa, está llena de beneficios para la salud. ¿La mejor parte? Puedes hacerla en casa de una manera súper fácil. Así que, ponte tu delantal y prepárate para una aventura fermentada. Te enseñaré cómo hacer kombucha en cinco sencillos pasos. ¡Vamos allá!
Paso 1: Reúne tus ingredientes y utensilios
Primero, necesitas reunir algunos ingredientes y utensilios básicos. Aquí tienes la lista:
Ingredientes:
- Té negro o verde: Usa té auténtico, sin sabores añadidos.
- Azúcar: La kombucha necesita azúcar para fermentar. Tranquilo, la mayor parte se convierte durante el proceso.
- Agua: Mejor si es filtrada o embotellada.
- Scoby o starter: La «madre» de la kombucha, una colonia de bacterias y levaduras con un poco de kombucha ya hecha (puede ser comprada o de un lote anterior).
Utensilios básicos para hacer kombucha:
- Olla: Para hervir el té.
- Frasco de vidrio grande: Para fermentar la kombucha (3 a 5 litros es ideal). Te recomiendo con grifo (así facilita mucho para colar la bebida)
- Paño limpio o filtro de café: Para cubrir el frasco.
- Banda elástica: Para asegurar el paño.
- Botellas de vidrio con tapa hermética: Para embotellar la kombucha una vez fermentada.
Paso 2: Prepara la infusión de té
Aquí es donde comienza la magia. Vamos a preparar la base de tu kombucha.
- Hierve 3 litros de agua en la olla.
- Una vez que el agua esté hirviendo, retira la olla del fuego y añade 8 bolsitas de té (o 8 cucharadas de té suelto).
- Deja que el té se infusione durante unos 10 a 20 minutos. Se que parece mucho pero bamos a necesitar ese amargor ya que es parte del alimento del SCOBY.
- Retira las bolsitas de té o cuela el té suelto.
- Añade 1 taza de azúcar al té caliente y revuelve hasta que el azúcar se disuelva completamente.
- Deja que el té dulce se enfríe a temperatura ambiente. Este paso es crucial para no dañar el scoby.
Paso 3: Fermentación de la kombucha
¡Es hora de empezar la fermentación!
- Vierte el té dulce enfriado en el frasco de vidrio grande.
- Añade el SCOBY con su líquido, debe ocupar entre un 20% a un 40%..
- Cubre el frasco con un paño limpio o un filtro de café y asegúralo con una banda elástica. Esto permite la ventilación y mantiene alejados a los insectos y el polvo.
- Coloca el frasco en un lugar cálido (alrededor de 20-25°C) y fuera de la luz directa del sol.
Deja que la kombucha fermente durante 7 a 21 días. Puedes empezar a probarla después de una semana para ver si está a tu gusto. Debe saber a una sidra estilo Asturiana sin alcohol.
Para una guía visual, no olvides echarle un vistazo a este video increíble que te llevará paso a paso a través del proceso.
Paso 4: Segunda fermentación y saborización
¡Ahora viene la parte divertida! Vamos a dar sabor y burbujas a tu kombucha. Haremos otro artículo profundizando más en el tema.
- Retira el scoby y una taza de kombucha (para usar como starter en tu próximo lote) y resérvalos.
- Vierte la kombucha fermentada en las botellas de vidrio con tapa hermética. Deja un poco de espacio en la parte superior de cada botella.
- Añade tus sabores favoritos a cada botella. Puedes usar frutas frescas, zumos, hierbas, especias, ¡lo que te guste!
- Sella las botellas herméticamente y déjalas a temperatura ambiente durante 1 a 3 días. Durante este tiempo, la kombucha se carbonatará y adquirirá su sabor. IMPORTANTE!: te recomendamos embotellar una kombucha en botella de plástico para poder controlar la carbonatación y ahorrarte sustos como posibles explosiones.
Recuerda abrir las botellas con cuidado, ya que la presión acumulada puede hacer que la kombucha salga disparada.
Paso 5: Disfruta y comparte
¡Tu kombucha está lista para disfrutar! Enfría las botellas en el refrigerador antes de beberlas. La kombucha casera es perfecta para cualquier momento del día y también es un excelente regalo para amigos y familiares.
Consejos adicionales:
- Higiene: Asegúrate de que todos tus utensilios estén bien limpios para evitar la contaminación.
- Scoby Hotel: Si te sobra scoby, guárdalo en un «hotel» (un frasco con kombucha) para futuros lotes.
- Experimenta: No tengas miedo de probar diferentes tipos de té y sabores. ¡La kombucha es increíblemente versátil!
Hacer kombucha en casa es una forma divertida y económica de disfrutar de esta bebida saludable. Siguiendo estos cinco pasos sencillos, estarás en camino de crear tu propia kombucha artesanal que no solo es deliciosa sino también beneficiosa para tu salud.
Recuerda, la clave es experimentar y disfrutar del proceso. Cada lote de kombucha es una oportunidad para probar nuevos sabores y técnicas. ¡Así que adelante, empieza a fermentar y disfruta de tu kombucha casera!
No olvides compartir tu experiencia y tus combinaciones de sabores favoritos en los comentarios. ¡Nos encantaría escuchar tus historias de kombucha casera!
¡Feliz fermentación, amigos!